El mundo de la limpieza es muy amplio y está continuamente actualizándose con nuevos productos para limpiar la casa. Esto hace que tengamos una extensa colección de limpiadores que, muy probablemente, no utilicemos ni la mitad y que estén hasta caducados allá donde los tengamos almacenamos.
Como te imaginarás, el tener tantos productos de limpieza solo llama al desorden y al caos. Por eso, para que dejes de pelearte con las bayetas, la lejía o el detergente de la ropa, hemos hablado con una experta en orden para que nos cuente sus mejores trucos para tener los productos de limpieza en orden.
1. Reserva un armario para la limpieza
No todas las casas pueden contar con una estancia dedicada, exclusivamente, a la limpieza. Por eso, hay que buscar otras fórmulas que sí funcionen y que nos permitan reunir todos los productos y utensilios de limpieza en un mismo espacio. Por ejemplo, puedes reservar un armario entero, o una zona específica, para guardar todo lo relacionado con la limpieza del hogar.
De esta forma, los tendrás todos guardados juntos y te ahorrarás paseos de peregrinación yendo del cuarto de baño a la cocina buscando lo que necesitas. Este armario puedes ubicarlo donde mejor te venga: en la cocina, en la terraza, en el lavadero si tienes, incluso, también te sirve un cajón extraíble debajo del fregadero. Lo importante es que solo almacenes en él productos y utensilios de limpieza.
2. Limita la cantidad de productos
Otro truco de experta para mantener organizado el armario de la limpieza es no sobrecargarlo. Para ello, lo mejor es limitar la cantidad de productos que usamos para limpiar. Esto quiere decir que, en lugar de comprar tantos limpiadores específicos para determinadas zonas, que además son muy caros, te decantes más por productos multiusos que te sirvan para limpiar varias zonas de la casa.
Para que te sea más fácil limitar la cantidad de productos de limpieza, las expertas también recomiendan es escoger unos básicos que funcionen bien, como el vinagre blanco o el vinagre blanco de limpieza. Además, también dicen que no compres un limpiador nuevo hasta que otro de los que tienes se haya terminado completamente.
3. Agrúpalos por tareas
Para economizar nuestro tiempo, una idea muy práctica es colocar juntas en el armario de la limpieza todas las cosas que necesitamos usar para una determinada tarea de limpieza. Por ejemplo, puedes reservar un espacio para las cosas que uses para planchar, otro para las de la colada, otro para los productos del baño, etc.
4. Un lugar especial para el aspirador
Por su diseño, el aspirador es un aparato de limpieza un tanto engorroso y siempre cuesta un poco más encontrarle un lugar donde guardarlo sin que moleste y sin que nos quite mucho espacio. Una muy buena idea para almacenar los aspiradores tradicionales de tubo es usar un soporte especial que permita mantener recogido su tubo, que es la parte que da más problemas por su forma y flexibilidad.
5. Utiliza organizadores y bandejas
La mejor forma de aprovechar el espacio interior de la zona de la limpieza es utilizar organizadores, bandejas o cestas. Además, si los tienes agrupados por tareas, cuando vayas a limpiar puedes coger la cesta correspondiente, por ejemplo, al cuarto de baño, y llevarte fácilmente solo los limpiadores de esa estancia.
Aquí también hacer mención especial a los soportes para escobas y fregonas, resulta muy cómodo tener estas dos herramientas de limpieza colgadas, por ejemplo, en un gancho detrás de la puerta, así no se caen mientras están guardados y los podemos coger y devolver a su sitio rápidamente.
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6. Mantén limpia la zona
Por último, como cualquier otra tarea de orden y organización que llevemos a cabo en la casa, es superimportante revisar el armario de la limpieza dos o tres meses al mes para ver si hay algún derrame limpiarlo, revisar si nos hace falta comprar algún limpiador nuevo o detectar si algo está a punto de caducar.