Cómo pasar de un armario a un vestidor, en el mínimo espacio

¿Qué diferencia a un armario de un vestidor? Este último tiene módulos abiertos, una zona de paso delantera de 70-130 cm y accesorios que facilitan los cambios de ropa: espejos, asientos... Estos 8 puntos te ayudarán a ganar ese espacio en tu dormitorio sin perder metros. Tienes muchas más opciones para ampliar tu dormitorio. 

Toma nota

¿Quieres darle un aire acogedor a tu dormitorio? Los 4 trucos que siempre funcionan para lograrlo

Carmen G. Tardón

1. Prescinde de alguna puerta

Si tu frente de armarios tiene puertas abatibles, quita algunas: ganarás el espacio que necesitas para abrirlas, entre 40 y 60 cm, y las prendas serán más accesibles. Eso sí, al quedar el contenido a la vista tendrás que ser más constante con el orden y buscar perchas y cajas todas iguales. 

Para hacerlo, retira las bisagras y rellena los agujeros con masilla; luego forra el interior con papel pintado autoadhesivo. Ni se notará que antes había puertas. Aprovecha y ajusta la altura de las baldas a tus necesidades reales. 

2. Duplica su capacidad con los accesorios adecuados

En lugar de una barra, pon dos: una abajo y otra arriba, abatible, para alcanzar las prendas. Ten en cuenta que las barras son el accesorio más barato del interior del armario en el que cabe más ropa y se arruga menos, así que todo son ventajas. 

Organiza los cajones con cajas de tela que ajusten bien: te cabrán más cosas y las encontrarás a la primera y, además, nada se moverá de sitio. Si no quieres comprar accesorios ex proceso, también puedes usar cajas sin tapa. 

3. Para llegar mejor a tus prendas 

Planifica baldas extraíbles que te ayudan a aprovechar todo el fondo del armario  y evitan que las prendas se desordenen. Convierte alguna de las de tu armario con un juego de guías con soporte (lo encuentras en Casa en orden por 32,02 €). De este modo evita que las prendas que están 'en la segunda fila' queden olvidadas detrás. Ya que normalmente lo que no ves, no lo usas. 

4. Crea un espacio independiente

Si entre la zona de vestidor y la cama tienes 40 cm de distancia, puedes separarlo con un panel decorativo blanco. Al estar perforado, deja pasar la luz y es visualmente muy ligero. Otra opción es usar un biombo o invertir en un separador acristalado. 

 ¿Están muy juntos? Pon una alfombra que delimite el espacio. Las redondas crean un efecto acogedor; mejor en color liso y neutro, para que pase más desapercibida. 

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5. Necesitas un espejo y un asiento

Si tienes 52 cm libres junto a la pared, puedes poner un espejo-galán para la ropa del día siguiente, como el modelo Ikornnes, de Ikea. Si no te cabe, la opción más práctica es colgar un espejo en alguna pared libre. Lo necesitas para ganar sensación de espacio y luz y para ver tus looks. Puedes completarlo con un puf con almacenaje que te servirá para descalzarte en el vestidor.

6. Añádele una barra, módulos...

Si en un lado del armario queda un hueco libre, aprovéchalo. Puedes colocar una barra (las hay desde 30 cm), y si tienes 50 cm, un módulo abierto con baldas.
¿Queda espacio en la esquina? Pon una estructura esquinera de acero y madera.

7. Dale un toque de personalidad

Anímate a dar carácter a tu vestidor, siempre en línea con el dormitorio. Por ejemplo, puedes forrar la trasera y los frontales de los cajones con un vinilo bonito tipo textil con efecto lino natural. Elige fundas y cajas del mismo color, para que el vestidor te quede mucho más engamado. Si tienes una pared libre, también puedes pintarla de un color distinto, para darle profundidad y personalidad. 

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Marta S. Galindez

8. Necesitas una buena iluminación

Si no hay luz suficiente, te será difícil ver bien los colores. Instala un foco sobre cada módulo de tu vestidor para tener una iluminación suficiente. Mejor si son regulables para dirigir la luz donde la necesitas. Y añade luz en los cajones y en la parte baja de las baldas. Las tiras LED son muy fáciles de instalar. 

CÓMO ORDENARLO PARA QUE QUEDE MÁS DECORATIVO

1. POR MEDIDAS. En la barra, agrupa las prendas de largo similar. Colócalas de más largas a más cortas o al revés, en un recorrido fluido.
2. OJO AL COLOR. Cuélgalas por grupos de colores. El degradado (de oscuro a más claro) queda muy decorativo. 
3. EN LAS BALDAS, pon las prendas bien dobladas. Deja 5-10 cm por encima de la superior para que 'respiren': te será más fácil cogerlas y volverlas a guardar. En el caso de los jerséis, si apilas más de cuatro se te desmoronarán. 
4. USA CESTAS Y CAJAS. Mete la ropa de temporada y los complementos que no uses tanto en cajas para ganar sensación de orden. Si tienen tapa, escógelas con etiqueta.
5. SÍ A LAS BANDEJAS. Son perfectas para bisutería y podrás llevártelas al tocador.