Belleza, atemporalidad y un aire elegantemente cálido han sido siempre las tres notas distintivas del uso de la madera en suelos. Aunque este tipo de pavimento más natural lleva muchos años en nuestras casas, poco a poco, está siendo sustituido por una alternativa en tendencia muy auténtica, económica y con aires de tradición, ya que nos recuerdan a las casas de campo que tenían nuestras abuelas. Nos referimos a los suelos de barro o terracota.
Suelos de barro o terracota, la alternativa a los suelos de madera
Los suelos de barro o terracota son un revestimiento tradicional fabricado a partir de arcilla natural cocida a altas temperaturas que destaca por su estética rústica, provenzal y cálida. La terracota, cuyo nombre significa "tierra cocida", se presenta en tonos cálidos como el rojizo, naranja, marrón y beige, dependiendo del tipo de arcilla y del proceso de cocción al que se la haya sometido.
Aunque los suelos de barro, tradicionalmente, se colocaban en estancias como los cuartos de baño, las cocinas, los patios, las terrazas y los porches, las nuevas tendencias en el mundo de la decoración están hablando fuerte y claro y aprueban su extensión por toda la casa para vestirla con personalidad y un toque de artesanía por todos los rincones.
Cada baldosa de barro es única debido a su fabricación artesanal, de ahí que no sean iguales y que cada una presenta texturas, formas y colores irregulares, diferencias que son las encargadas de transmitir toda su belleza. Decir también que son suelos altamente porosos, por lo que suelen tratarse con selladores para aumentar su durabilidad y resistencia a manchas, ya que son delicados.
Otras ventajas de los suelos de barro es que son orgánicos y sostenibles, tienen un precio razonable, son fáciles de limpiar y aíslan muy bien tanto en verano como en invierno. En definitiva, son una búsqueda y regreso a lo más tradicional y a lo de siempre y, son tan versátiles, que combinan, a la perfección, con cualquier estilo decorativo, desde el más clásico al más moderno.
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Cómo limpiar un suelo de barro o terracota con bicarbonato de sodio
Al ser un tipo de revestimiento natural, orgánico y un tanto delicado debido a su porosidad, te recomendamos que lo limpies también con productos naturales y sin químicos, como el bicarbonato de sodio. Para ello, debes hacer lo siguiente:
- Paso 1. Echa agua caliente en un cubo y echa una buena cantidad de bicarbonato de sodio. Es importante que el agua esté muy caliente para que abra los poros del barro y salga bien toda la suciedad que tenga incrustada.
- Paso 2. A continuación, limpia el suelo pasando la fregona como haces de costumbre, haciendo más hincapié en aquellas zonas donde veas que hay más manchas.
- Paso 3. Cuando termines de fregar el suelo, sécalo con un paño húmedo y listo.
Como cualquier otro tipo de suelo, debes darle un mínimo mantenimiento, por ejemplo, barriéndolo con la escoba o aspirándolo. Además, es importante tener en cuenta que, en cuanto veas que cae algo tu suelo de barro cocido y veas que se mancha, debes actuar inmediatamente para que no se quede impregnada.
Si por casualidad esto te sucede y no llegas a tiempo, no pasa nada. Puedes limpiarlo ayudándote de una pistola de agua a presión para que la suciedad salga por completo. También puedes usar un líquido desincrustante o jabones con amoníaco en el caso de que la mancha sea de grasa.