Rústico y moderno a la vez: así decoré mi salón para llenarlo de calidez y estilo

Nada mejor que preparar nuestro salón para la llegada de la primavera que con una decoración fresca y renovada. Una de las zonas más importantes es el salón, ya que es una estancia donde pasamos mucho tiempo, compartimos con otras personas y descansamos en familia.

¿Por qué no transformar la sala en un salón rústico y moderno? Si te lo preguntas, sí: combinar ambos estilos es posible. Solo necesitas tener en cuenta algunos consejos que te permitirán crear un entorno cálido y muy elegante. Te dejo algunos tips y estrategias para que saques lo mejor de estos dos mundos y los reflejes en tu salón. 

1. No pueden faltar: muebles de madera

La madera es uno de los elementos esenciales para un salón rústico. Al elegir los muebles del salón, incorpora muebles como una mesa de centro o una vitrina. Si la madera es "cruda" y deja ver sus vetas naturales, mejor aún. Eso sí, si queremos un salón rústico y moderno, combina con algunas piezas de madera pulida o madera clara. Agrega fibras naturales en alfombras y textiles, cestas y algunas piezas de piedra y hierro. 

2. Líneas suaves y limpias

Para conseguir un salón moderno y rústico, escogí algunos sofás y butacas de diseño sencillo, con formas suaves y tapicerías en tonos neutros. Un sillón blanco con un reposapiés en el mismo color es el dúo perfecto para ese toque moderno y clásico que queremos lograr. Complementa con algunas estanterías rectangulares hechas a medida o una chimenea de apariencia suave. No abuses de las texturas: la madera, las alfombras y las plantas ya harán lo suyo. 

3. Bases claras y acentos inspirados en la naturaleza

En un salón rústico y moderno, es mejor crear una base en colores claros como blancos rotos, beige arena y tonos crema, ya que estos aportan amplitud y una dosis contemporánea al espacio.

Luego, incorpora algunos colores de acentos inspirados en el mundo natural. Por ejemplo, un verde musgo, tonos tierra, terracotas o marrones. Si prefieres un estilo más fresco, agrega pinceladas de azules con algún turquesa suave y verdes pasteles. Puedes incorporar estos detalles en cojines sobre el sofá, jarrones o mantas. 

4. Alfombras y fibras no pueden faltar

Los detalles artesanales son claves en un ambiente rústico. Puedes decorar el salón con algún textil, como una alfombra de yute, y combinarla con otra más colorida encima. ¡No tengas miedo de crear capas de texturas! De esta manera, conseguirás un espacio interesante y rico visualmente. Otra manera de llevar los tejidos al salón es a través de cestas o jarrones en fibras naturales. También puedes incorporar algún taburete o banco con asiento de apariencia trenzada. 

5. Materiales naturales otro must

Además de la madera, el estilo rústico se beneficia de otros materiales naturales como la piedra, la cerámica, las telas orgánicas y el mármol. Para darle un toque moderno, asegúrate de que las formas sean elegantes y sobrias. Por ejemplo, decora con jarrones de cerámica o papel maché, pero que tengan líneas limpias. Asimismo, un plato decorativo sobre la mesa de centro es un buen complemento. 

6. Lámparas con personalidad

Al igual que en otras decoraciones, un salón rústico y moderno requiere de una buena iluminación: cálida, agradable y envolvente. Escoge varias fuentes de luz, como apliques de pared, una lámpara de pie y alguna lámpara de techo.

En este caso, se escogió una lámpara de fibras naturales con diseños trenzados, un guiño directo al estilo rústico en su más pura esencia. En contraste, la lámpara de pie de color blanco atenúa la intensidad de las texturas naturales y aporta claridad y serenidad. Un diálogo perfecto para crear un salón que recupera lo mejor del mundo campestre y el mundo moderno.