Hay normas que existen para saltárselas, incluso en decoración. Y no se trata de rebeldía, sino de experimentar creativamente, probar diseños novedosos y jugar con los accesorios. Afortunadamente, los tiempos cambian y, con ellos, las tendencias más estrictas se van disolviendo. Hoy queremos invitarte a cuestionar esas normas que son un secreto a voces. Romperlas puede ayudarte a crear espacios más auténticos y más coherentes con tu estilo personal. Realmente, no hay reglas inamovibles. ¡Hoy te mostramos cuáles son esos mitos decorativos que puedes derribar hoy mismo!
1. Nunca decores con más de un estilo
Desde hace algunas décadas se ha instalado la idea de que debemos ceñirnos a un único estilo decorativo. Este concepto es limitante y el resultado puede ser una casa sin personalidad y con una estética monótona y aburrida. La mezcla de estilos permite dar carácter y profundidad a los espacios. Por ejemplo, puedes combinar muebles vintage con detalles contemporáneos para generar un bonito contraste. Intenta buscar elementos que compartan algo en común, por ejemplo, una misma gama cromática.
2. Paredes y techos siempre claros
Es cierto que los colores claros siempre se han asociado a mayor luminosidad y amplitud. Sin embargo, pintar una o dos paredes con tonos más fuertes, intensos u oscuros, puede ser un acierto si se actúa con estrategia y equilibrio. Asimismo, usar papeles pintados o murales puede transformar una pared en un punto focal. Piensa en un dormitorio acogedor con luz natural: perfectamente puedes revestir la pared con papel pintado de rayas o pintarla de un color relajante como el azul índigo o el rosa palo. ¡Atrévete!
3. Las cortinas deben ser delgadas
Las cortinas ligeras son prácticas para maximizar la luz natural, pero no son la única alternativa. Los textiles gruesos, como el terciopelo, el lino o las cortinas térmicas, pueden aportar un toque de lujo y crear una agradable temperatura en el interior. Combinar cortinas de diferentes grosores es otra opción interesante y versátil: coloca un visillo ligero para el día y, encima, una cortina opaca para la noche.
4. Los muebles de exterior solo son para la terraza
Los muebles de exterior tienen un diseño resistente y atractivo que también funciona en interiores. Puedes instalar una mesa de madera natural en el salón para ganar en calidez y robustez. Las sillas de ratán o mimbre también son perfectas para crear ambientes relajados, incluso en habitaciones interiores. Quizás la llegada inminente de la primavera sea un buen momento para probar con estas opciones.
5. No a los estampados y menos mezclados
Se suele pensar que mezclar estampados genera caos visual, pero cuando se hace con criterio, el resultado puede ser muy atractivo. La clave es jugar con patrones de escalas diferentes: combina un diseño a rayas finas y otro a cuadros grandes. También puedes mezclar motivos botánicos con otros estampados circulares muy suaves. Considera que mantener una misma paleta cromática evitará que los estampados compitan por protagonismo y ayudará a unificar los estilos.
6. Menos es más
Los tiempos del minimalismo clásico y frío han terminado. Decimos adiós a su aburrida austeridad y damos la bienvenida al minimalismo cálido, una tendencia mucho más acogedora y cercana. Este estilo apuesta por espacios despejados, pero con texturas ricas, materiales naturales como madera o lino, y toques decorativos significativos. La clave está en mantener el equilibrio: pocos objetos, pero bien escogidos. El "menos es más" de siempre ya no tiene cabida en el hogar actual, donde buscamos experiencias enriquecidas y con detalles personales.
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7. Alfombras en solitario
Una única alfombra no tiene por qué ser la norma. Superponer alfombras es una técnica que aporta textura, profundidad y dinamismo visual, además de crear un ambiente muy cálido y acogedor. Decora con una alfombra neutra como base y sobre ella otra con diseño más original. Este truco funciona especialmente bien en salones, dormitorios y pasillos.