¿Tienes poco presupuesto, pero quieres renovar tu casa? Es posible si centras tus esfuerzos en actualizar las paredes y dar más vida y color los textiles. No te líes en cambiar los muebles, no te alcanzará. Te contamos 10 maneras para darle un nuevo look a tu casa sin obras ni gastarte un dineral. ¡Empezamos!
1. Pinta la pared de un color neutro que resulte cálido
En blanco roto, beige, arena suave o 'greige' el tono de moda, que mezcla entre gris y beige y crea ambientes envolventes y agradables. Es un color actual que moderniza los espacios y añade estilo. Si la pared está en buen estado, aplica solo dos manos. Y no es necesario pintar toda la habitación, basta una pared principal que destaque para notar el cambio. Ten en cuenta los colores que agrandan una habitación.
2. Dale protagonismo al comedor con un zócalo
Es suficiente con vestir la pared más visible para conseguir un gran efecto. No solo ahorrarás tiempo, también trabajo y dinero. Mídela y hazte con varios paneles de MDF con molduras. Retira el rodapié, pégalos con adhesivo de montaje y píntalos con esmalte blanco.
3. Molduras fáciles de poner
Si las quieres molduras clásicas, escógelas en madera lacada. Vienen cortadas para crear cuatro entrepaños y cubrir unos 3 m de pared. Solo tendrás que medir, encajarlas y pegarlas. Puedes elegir destacar tus molduras con un tono más claro o más oscuro que el de las paredes o bien integrarlas a la decoración con el mismo color.
¿No te quieres liar? Usa molduras flexibles autoadhesivas. Se presentan en rollo para cortar y pegar. Y luego puedes pintar encima de ellas.
4. Pon una consola nueva en el recibidor
¿No tienes dónde dejar las llaves o la corresponden? Pon una consola de 35 cm de fondo y le darás vida al recibidor. En blanco y madera, añadirá luz y estilo y podrás guardar cosas en los cajones, añadir una lámpara, plantas... En la balda inferior, coloca cajas para pañuelos y accesorios.
5. Cambia las fundas de los cojines
¡Parece mentira lo que pueden hacer los cojines por tu salón! Si el relleno está en buen estado, cambia las fundas de los del sofá y sumarás color y estilo. Las reversibles (con motivos distintos en ambas caras) dan mucho juego: es como tener el doble de cojines por el mismo precio.
Lo mejor es elegirlas con un estampado liso o muy suave, por un lado, y otro más vistoso en la otra cara. Combina distintos tamaños para crear un efecto dinámico: los rectangulares aportan equilibro y llenan visualmente.
6. Una luz que contraste
La iluminación es el 40% de la decoración. Si cambias la lámpara de techo y le pones una bombilla de globo tipo Edison, el espacio parecerá otro. Como la lámpara de tela blanca Santana de Kave Home (95,99 €) con bombilla Ohbo regulable, (7,95 €) de Sklum.
7. Combina cortinas y estores de fibras
Es una mezcla superfresca, que tamiza la luz con su calidez y crea un efecto precioso. Es un recurso de decorador que no sale caro. La calidez del bambú o el cañizo matiza la claridad de la tela. Y cuando quieras privacidad, solo tendrás que bajar el estor.
Si quieres vestir más las ventanas, opta por unas cortinas de lino lavado en un tono suave, como el mod. Onega de La Redoute (65,98 €/2 u).
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8. Forra el salpicadero de la cocina con un vinilo bonito
Los vinilos son perfectos para tapar las baldosas feas o estropeadas, ya que se lavan perfectamente y se colocan en un momento. Los más prácticos van en piezas independientes, en distintos formatos: 10 x 10 cm, 15 x 15 cm... Solo tienes que limpiar el alicatado con desengrasante, aclararlo, secar bien y fijarlas.
9. ¿El lavabo es de sobreencimera? Entonces, renueva el mueble
Si tu mueble está viejo o estropeado, tienes la opción de cambiarlo recuperando el lavabo y la grifería. Los nuevos modelos en madera de bambú son ligeros, cálidos y estilosos. Escógelo con puertas correderas y balda inferior: añadirás almacenaje al baño y lo tendrás todo a mano.
10. Empapela la pared del cabecero
El papel pintado es ideal para cambiar el dormitorio sin apenas esfuerzo. Los de tipo autoadhesivo evitan el trabajo de aplicar la cola, doblar, colocar... Se pegan directamente sobre la pared, y si te equivocas, solo tienes que quitarlos y volverlos a colocar. Y al ser autoadhesivos, te ahorrarás la cola.
Las rayas en blanco roto y gris son tendencia: dan sensación de altura y combinan con todo. Además, a la hora de unir paneles son muy sencillas de encajar y las juntas quedan casi invisibles.