Como pensamos que el inodoro acumula más suciedad, bacterias y gérmenes, ponemos todo el foco en su limpieza y lo limpiamos con más hincapié (incluso, hay personas que lo limpian todos los días). Sin embargo, no pasa lo mismo con el fregadero de la cocina. Creemos que, como está en contacto continuo con el agua del grifo, no le da tiempo a ensuciarse, siempre está limpio y no hay riesgo de contaminación en su superficie.
Pues, ¿sabías que numerosos estudios científicos corroboran que en el fregadero se acumulan muchísimas más bacterias y gérmenes que en la propia tapa del inodoro? Tiene todo el sentido, el fregadero es donde van a parar todos los restos de alimentos y los platos sucios. Por eso, a continuación, te contamos cómo Andrea de Limpiaterapia limpia el fregadero. Además, la experta en limpieza recomienda limpiarlo a fondo por lo menos una vez a la semana y, por supuesto, darle un repaso rápido después de fregar los platos.
Cómo limpiar el fregadero como una experta en limpieza
El método de limpieza favorito de Andrea de @limpiaterapia es supersencillo, efectivo y lo que más nos gusta, supereconómico. Y decimos que es muy barato porque utiliza dos ingredientes naturales que todas tenemos ya en algún armario de la cocina: el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco de limpieza. Lo mejor de limpiar el fregadero usando estos dos productos que Andrea recomienda es que con la unión de ambos se eliminan bacterias, gérmenes y malos olores.
Porque los restos de comida que se acumulan en el fregadero no solo ensucian, también desprenden olores muy desagradables. Además, estos mismos restos de comida (muchos de ellos, son las grasas y los aceites que hemos usado para cocinar los alimentos, así que ensucian el triple) pasan directamente a través de los agujeritos de drenaje del desagüe, el lugar estrella del fregadero que desprende esos olores tan desagradables porque la suciedad se suele quedar adherida a las paredes de las tuberías.
Para hacer una limpieza profunda del fregadero, Andrea recomienda que, al menos una vez a la semana, echemos media taza de bicarbonato de sodio y una taza de vinagre blanco de limpieza por la superficie del fregadero y los dejamos actuando unos minutos. Pasado este tiempo, frotemos bien con un estropajo. Cuando terminemos, debemos pasar un paño de microfibra mojado en agua caliente para eliminar los restos de la solución limpiadora. De esta forma tan sencilla, acabaremos con los malos olores, las bacterias y los gérmenes y tendremos un fregadero limpio y desinfectado.
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¿Por qué son tan efectivos el bicarbonato y el vinagre blanco?
Mantener limpio el fregadero sin recurrir a productos químicos agresivos, es posible gracias a dos ingredientes que, probablemente, ya tengas en casa: el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio. Por su lado, el vinagre blanco, gracias a su acidez, es un potente desinfectante natural que ayuda a eliminar las bacterias y los gérmenes que pueden acumularse en el fregadero. También es muy efectivo disolviendo la grasa y los residuos de los alimentos que se quedan adheridos en las tuberías.
El bicarbonato de sodio, por su parte, es un abrasivo suave que ayuda a eliminar manchas y restos de suciedad sin dañar las superficies y también neutraliza los olores acumulados. Cuando se combinan ambos productos, se genera una reacción efervescente que desincrusta la suciedad y limpia las tuberías a fondo. Además, al ser dos productos no tóxicos y ecológicos, son seguros de usar en la cocina, incluso en zonas cercanas a alimentos. Y lo mejor, te permiten hacer una limpieza muy económica.