El verano, el calor, las vacaciones, el relax que nos merecemos... y, sobre todo, las rebajas, nos impulsan a sacar nuestro gen más consumista y a hacernos con infinidad de artículos que, cuando termina la temporada, no volvemos a utilizar jamás.
En vez de guardarlos para que cojan polvo y ocupen un espacio innecesario, te animamos de que deshagas de todos aquellos artículos que sabes que no necesitas. No hace falta que te arrepientas de haberlos comprado, porque todas nos merecemos caprichos pero, tampoco te pongas nostálgica y les cojas más cariño del que debes.
Los muebles muy usados y las velas casi sin llama son de las cosas que deberías tirar.
RBA
Repasamos las cosas que debes tirar antes de que se acabe el verano
- Los muebles de exterior que ya están deteriorados. Esos sillones de exterior cuya madera está que se cae a pedazos o esas butacas con cojines descoloridos deben pasar a una mejor vida, por mucho que te cueste asumirlo. Esas son las consecuencias de no escoger bien la calidad de un mueble que va a estar a la intemperie y, por tanto, enfrentarse a las adversidades del clima.
- Las fundas del sofá. Cuando llega el verano, solemos optar por fundas claritas que den luz y frescura a nuestros sofás, además de amplitud a nuestro salón. Fundas de quita y pon que lavamos con frecuencia porque se nos ensucian de sudor, de refresco o de crema del sol. Deshazte de ellas cuando se termine el verano, porque no servirá de nada guardarlas para la próxima temporada.
- Las velas. Es probable que se hayan consumido con tus sobremesas interminables. No las guardes si están casi acabadas.
- Los manteles de verano. Manteles, servilletas, individuales... que les has dado tanto uso que están irrecuperables.
No guardes maquillaje o esmaltes de verano que, de un año al otro, caducan.
RBA
- Maquillaje de verano. Bronceadores, aceites de purpurina, sombras nacaradas... no las acumules porque el verano que vienen se habrán caducado. Lo mismo ocurre con los esmaltes de uñas de colores chillones, que se secarán, y con las cremas solares, que no debes dejar abiertas más de 12 meses.
- La ropa de verano. Todos esos trapillos que, un año más, no te has puesto. Tíralos.
- El calzado de verano. Esas sandalias que, de todo lo que te las has puesto, ya no tienen ni suela. El año que viene podrás renovarlas. Estos son los zapatos que no deberías guardar más.
- Pajitas de plástico de bebidas de verano. Lucían ideales con tus cócteles pero el año que viene podrás comprar otras.
Las maletas muy viejas y los bikinis muy gastados tampoco deberían llegar al verano siguiente.
El Mueble
- Esa maleta que ya tiene demasiados viajes. La que te han destrozado en los aeropuertos y cuyas ruedas apenas pueden rodar.
- Las chanclas de la piscina que, debido al sobre uso y la versatilidad que estamos seguras que les has dado, piden otras a gritos.
- Los bañadores y bikinis que están descoloridos o estirados, esos que solo nos valdrán para algún susto que otro.
Las gafas de sol muy rayadas tampoco te protegen, así que tíralas.
RBA
- Las gafas de sol estropeadas, con los cristales rayados... procura llevar las baratas a la playa y la piscina y guardar las buenas para los planes especiales. Lo mismo ocurre con las pamelas y con la bisutería de verano.
- Los malos hábitos. Sí, también hay que tirarlos y volver al gimnasio y a la vida sana que teníamos antes de vacaciones.
- Las guirnaldas y farolillos de papel que decoraban tu jardín y que, en unas semanas, le darán un aspecto abandonado.
Las toallas con muchos veranos a su espalda también se deben renovar.
RBA
- Las toallas de playa que haya sufrido las consecuencias del sol, el cloro, la crema solar y la lavadora.
- Las bolsas de playa que te regalan en revistas y llevas hasta al supermercado.
- Las plantas de verano. Si te gustan las plantas de temporada, cuando esta termina, deberás deshacerte de ellas y no dejarlas mustias un año en tu terraza.
- Los souvenirs. Postales, láminas, conchas y caracolas de los paseos por la orilla del mar... ¿Para qué los quieres, exactamente? Lo mismo ocurre con los folletos y mapas que hayas cogido en vacaciones.
Revisa la despensa para ver qué comida se ha caducado durante el verano.
RBA
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- La comida que se te caducó en la despensa cuando te fuiste de vacaciones.
- Los juguetes de plástico demasiado desgastados, que solo servirán para coger gérmenes.
- Las zapatillas que ya no aguantan ni una ruta más y los complementos del pelo que no son capaces ni de hacerte un recogido. Ya han hecho su misión, jubílalos.
- Los muebles de forja y las vajillas que, de tanto uso, ya parecen vintage. Por no olvidarnos de esas sombrillas descoloridas incapaces de aguantar un verano más.