Si cada vez que entramos a nuestro cuarto de baño fuéramos conscientes de la infinidad que tienen muchos de los productos que utilizamos para cuidarnos, tal vez ahorraríamos bastante en nuestro ticket de la compra. La pasta de dientes, por ejemplo, sirve para limpiar las juntas de los azulejos, pulir la plata o limpiar la pantalla del móvil, mientras que el suavizante de la ropa sirve para fregar el suelo, consiguiendo que se quede con nuestro aroma preferido.
Sin embargo, si hay un básico del cuarto de baño (masculino) con el que todas debemos hacernos a partir de ahora, ese es la espuma de afeitar. Y no para lo que piensas. Su composición a base de agua, jabones, glicerina, emolientes, emulsionantes y agentes espumantes hace que sea un buen aliado para limpiar algunas de nuestras superficies del hogar y, asimismo, conseguir que se mantengan limpias durante más tiempo. Las expertas Marta y Helena (@hogardiez) nos cuentan cuáles son sus 3 usos preferidos y uno de ellos no puede gustarnos más. ¡Toma nota!
Los usos de la espuma de afeitar, según las expertas
Marta y Helena (@hogardiez) son gurús en el hogar y, junto a los expertos de @comolimpiartucasa nos cuentan cuáles son las tres utilidades preferidas que les dan a la espuma de afeitar. ¡Toma nota!
La espuma de afeitar es muy efectiva para limpiar los cristales del baño, entre otros usos.
El Mueble
1. Para limpiar los espejos del baño
Este es uno de los trucos favoritos de muchas expertas en limpieza y es que, cuando echamos espuma de afeitar en el espejo del cuarto de baño, la extendemos por toda su superficie, la dejamos actuar unos minutos y, después, la retiramos con ayuda de papel de cocina o de una bayeta de microfibra húmeda, conseguiremos que nuestro espejo se quede impoluto.
Además, lograremos que, cuando nos duchemos o se concentre demasiado calor en nuestro cuarto de baño, el espejo no se empañe. Esto ocurre porque, al aplicarla en nuestros espejos, se crea una película protectora que repele la condensación del vapor del agua, logrando que la humedad se extienda por esta capa y que, con ello, el espejo se quede transparente, las gotas no se peguen en él y, por tanto, la superficie no se empañe.
2. Para limpiar los retrovisores de los coches
Las expertas nos cuentan que, si echamos espuma de afeitar en un trapo, la extendemos por el retrovisor del coche y, después, la quitamos con una bayeta de microfibra, conseguiremos que al limpiarla, las gotas de lluvia no se peguen en él.
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3. Para limpiar las tapicerías de las sillas
Con la espuma de afeitar conseguiremos eliminar las manchas de nuestras tapicerías.
RBA
Mi truco favorito, sin duda, es este otro con el que conseguiremos dejar como nuevas las sillas tapizadas. Tanto la del escritorio, que sufre algún derrame de café en los días más estresantes de teletrabajo, como las del comedor, que con algún descuido de nuestros invitados han terminado con alguna manchita de comida, bueno, o de bebida cuando la fiesta se nos ha ido de las manos.
Para limpiarlas, las expertas nos recomiendan que apliquemos un poquito de espuma de afeitar en la zona de la mancha y, después, la frotemos con una bayeta o con un cepillo de cerdas suaves (con el que tendremos que hacer menos esfuerzo), para conseguir que se vaya toda la suciedad. Después, aclararemos con una bayeta húmeda y "no quedará ni rastro de la mancha", asegura.
Y es que, además de estos usos, la espuma de afeitar es ideal para limpiar nuestras joyas, el acero inoxidable, el horno y el microondas, las manchas de vino, los cepillos y los peines... e infinidad de artículos de nuestro hogar. No dudes más y súmala a tus básicos de limpieza diaria. ¡Lo agradecerás!