Si tienes un adolescente en casa seguro que, un día sí y al otro también, tenéis discusiones porque su dormitorio parece una auténtica leonera: tiene muchísimas cosas acumuladas y todo siempre patas arriba. Y es que los jóvenes de hoy en día tienen muchos hobbies y pasiones y esto hace que coleccionen y guarden infinidad de objetos que, muy probablemente, no utilicen, pero que les gustan guardar por el gran valor sentimental que tienen para ellos.

Pero, como bien vamos a ver en el antes y después de este dormitorio juvenil, que un adolescente tenga muchos intereses y pasiones no tiene que traducirse en una habitación desordenada. Si le enseñas, con paciencia y mucho amor, la técnica del descarte del método KonMari, verás lo rápido que aprende las habilidades necesarias para deshacerse de lo innecesario y tener su dormitorio ordenado.
 

Transformación de un dormitorio juvenil con el método KonMari

Desde que Marie Kondo creó su método KonMari, muchas personas se han unido a la magia de sus formaciones y se han convertido en consultoras de su sistema de orden, un sistema que funciona para ordenar cualquier estancia de la casa, incluso aquellas que parecen imposibles, como los dormitorios de los adolescentes. 

Como prueba de que el método KonMari puede con todo, aquí tienes la transformación que sufrió este dormitorio juvenil con la guía de la consultora KonMari Liora Seltzer (@whatukeep): 

 

Básicamente, para llevar el orden y despertar la alegría en esta habitación juvenil, lo que hizo fue revisar con el niño todas las categorías que tenía para asegurarse de que todas pertenencias de sus aficiones que quería conservar eran las más valiosas para él y le enseñó cómo ordenarlas para que estuvieran a la vista y fueran fáciles de acceder. Para ello, siguió estos 5 pasos del método KonMari:

1. Le preguntó por su visión

Antes de empezar a ordenar y organizar, Liora le preguntó al niño cómo quería que se viera su dormitorio y cómo quería sentirse en él.

2. Repasaron juntos las categorías

Una vez el niño tuvo claro cómo quería su dormitorio, repasaron juntos todas las categorías una a una: ropa, libros, papeles, komono (materiales de sus hobbies, juegos, juguetes, etc.) y terminaron con los objetos sentimentales.

3. Siempre respetando su espacio

Aunque todavía están en la etapa de la adolescencia, Liora fue consciente de que el niño tiene edad suficiente para tomar sus propias decisiones, así que es primordial respetar su espacio. Sus pertenencias son valiosas para ellos y necesitan sentir que tienen el control sobre lo que se queda y lo que dejan ir. Liora escuchó y respetó todas las decisiones del niño sin juzgarlo.

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Dormitorio juvenil con arrimadero de madera y papel pintado de cuadros

Al  poner en orden un dormitorio juvenil debes interesarte por sus gustos y hacerles partícipes del proceso. 

RBA

4. Se interesó por sus cosas

En todo el proceso de orden, también es importante mostrarles interés por sus cosas, es una buenísima oportunidad para conectar con ellos. Para ello, Liora le fue preguntando por qué le gustaba ciertos objetos o cómo le gustaba jugar con ellos o utilizarlos. Hacer preguntas y aprender sobre ellos ayudará a todos a mantener una actitud abierta y disfrutar del proceso.

5. Le felicitó por su esfuerzo

Por último, Liora recomienda felicitarlos por su esfuerzo. Aunque estén en pleno desarrollo y en su etapa de juventud, para ellos también es difícil seleccionar qué conservan y qué descartan porque también le añaden una gran carga emocional a sus pertenencias. Por eso, cuando acabéis de ordenar, es momento de celebrar juntos.