La cocina es una de las estancias más desordenadas de la casa. Es el lugar donde realizamos más tareas y disponemos de mayor número de utensilios, razones por las que el caos se adueña del espacio muy fácilmente. Los botes con especias, la cubertería, los alimentos de la nevera... son solo algunos de los elementos que deben tener su espacio asignado y funcional. Sin embargo, hay un conjunto de piezas que utilizamos para comer, que se suelen dejar apiladas, pero que requieren un almacenaje muy delicado y una limpieza correcta: las vajillas.
Para que los platos no vuelvan a estar amontonados y a la vista en la cocina, existe una solución japonesa muy práctica y fácil de realizar para que ocupen el mínimo espacio posible. Se basa en plasmar el orden de los armarios y las diferentes técnicas de guardado, en los cajones de la cocina. Es un sistema muy eficaz y sencillo, que hasta Marie Kondo lo avala.
La solución para no dejar los platos apilados, que Marie Kondo aprueba
La alternativa a amontonar la vajilla sin ningún tipo de rigor, o dejarla encima de la encimera, con el peligro de que se rompa, es la de disponer de un organizador para platos. Se trata de una pieza con diferentes barras verticales para dividir las piezas del conjunto entre sí, mantenerlos sujetos y protegerlos con su estructura. Este complemento suele estar hecho de madera, pero se puede encontrar hecho por todo tipo de materiales.
Esta solución es la mejor manera para optimizar el espacio de la cocina. Su uso está pensado para incorporarse dentro de los muebles de almacenaje de la cocina, para que en los cajones también haya un cierto orden. De esta manera, cada vez que se abran y se cierren, no corren peligro de que se caigan y se rompan. Sin embargo, tienen una gran versatilidad para integrarse en diferentes puntos de la estancia. El también llamado como portaplatos, sirve para poner en las alacenas y mostrar de una forma mejor organizada los mejores juegos de vajilla, como es la típica que siempre utilizamos por Navidad.
Por otro lado, también sirve como escurridor a la hora de secar los platos. Las personas que suelen fregar a mano utilizan una bayeta grande para que las vajillas se sequen. Se suelen apilar sobre estos artículos, y la encimera de la cocina acaba aún más caótica. Para que esto no suceda, se puede poner un trapo de este estilo justo debajo del organizador y, así, la posición vertical de las piezas permitirá que se sequen más rápido.
Se podría decir que esta alternativa para que la vajilla no esté amontonada se basa en el sistema japonés de no apilar la ropa. La mismísima Marie Kondo es la que empezó a llevar a cabo esta solución, ordenando de forma completamente simétrica las prendas y organizando los interiores de los armarios como cualquier otro espacio que está más a la vista. Este mecanismo se reproduce también con los platos, aprovechando hasta el último centímetro de almacenaje de sus cajones y garantizando un guardado seguro.
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La solución a juego para almacenar correctamente la cubertería
Aparte de la vajilla, otros de los utensilios que se utilizan cada día y que pasan por el mismo proceso de lavado que los platos, es la cubertería. Al igual que las anteriores piezas, los tenedores, cuchillos y cucharas se van acumulando hasta ocupar un gran espacio en la cocina. Para que esto no vaya a más, existen bandejas pensadas para estos objetos, que los organiza a la perfección y los separa por diferentes tipos.
Estos complementos pueden ir a juego con los porta platos si se escogen materiales similares, como suelen ser los naturales como la madera. Cumplen la misma función de ordenar los interiores de los cajones y permitir que los utensilios que almacena no acaben dañados por la desorganización. Es muy importante tener los cubiertos guardados en piezas como esta para agilizar el tiempo en la cocina y facilitar las tareas.