El desorden es el mayor enemigo de la tranquilidad y la armonía en casa, genera caos visual y estrés mental. Muchas veces, nos frustramos cuando vemos que, después de dedicar un sábado entero a ordenar la casa, a los tres o cuatro días está todo otra vez patas arriba. Y es que el truco para acabar con el desorden y mantener la casa a largo plazo está en ir haciendo pequeños gestos de orden en el día a día y no en ordenar una vez y olvidarnos.
Por ejemplo, un hábito que la experta en orden Vanesa Travieso (@ponorden en Instagram) nos sugiere desterrar desde hoy mismo es dejar usar ciertos lugares de la casa como percheros improvisados. Tenemos la mala costumbre de ir dejando las cosas colgadas por lo primero que pillamos de paso y esto es un grave error. Para ayudarnos a conseguirlo, Vanesa nos cuenta cuáles son las 5 cosas que utilizamos en casa como percheros, pero que, en realidad, no son percheros.
1. La silla o sillón del dormitorio
Este es, probablemente, el perchero improvisado más conocido y aceptado socialmente en todas las casas. En primer lugar, Vanesa no es partidaria de tener una silla o sillón en el dormitorio porque, de manera automática, colocamos en ellos aquella ropa que no sabemos muy bien qué hacer con ella: o no está lo suficientemente limpia para guardarla dentro del armario o no lo suficientemente sucia como para poner una lavadora. En lugar de postergar la decisión, acostúmbrate a guardarla en el momento: la que está sucia va a lavar y, la que no, vuelve a su sitio en el armario.
A Vanesa no le gusta la idea de tener una silla o sillón en el dormitorio porque siempre terminan convertidos en percheros.
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2. La mesa del comedor
La mesa del comedor deberíamos dejarla única y exclusivamente para su función, es decir, el lugar donde disfrutamos de las comidas en familia o con amigos. Sin embargo, muchas veces acabamos utilizándola como un perchero provisional para prendas, bolsos y mochilas, y lo peor de todo es que, hasta que no está llena del todo, no nos planteamos en despejarla. Si tienes un sitio fijo para colgar tus bolsos en el recibidor, por ejemplo, esto no te volverá a suceder.
3. Las sillas de la cocina y del salón
Llegar a casa con prisa y colocar abrigos sobre las sillas de la cocina o del salón es una costumbre que se convierte rápidamente en un hábito que solo lleva al desorden y al caos visual. Para romper con este hábito, lo mejor es ir directamente a colgar el abrigo en el armario, incluso, puedes tener en el recibidor o en una esquina del salón un perchero de pie o ganchos en las paredes.
Un perchero de pie o ganchos en la pared del recibidor es una buenísima idea para no dejarlos abandonados en las sillas de la cocina o del comedor.
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4. La cinta de correr o la bicicleta estática
Cuando nos compramos una cinta de correr o una bicicleta estática, lo hacemos con el propósito de hacer deporte y mantenernos más activas en casa. Pero, lamentablemente, muchos de estos aparatos deportivos terminan convirtiéndose en un perchero gigante para chaquetas, bolsos, abrigos, etc. Vanesa nos anima a despejarlos y a que empezamos a utilizar estos aparatos para su verdadero propósito: hacer deporte.
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5. Los pomos de las puertas
Por último, los pomos de las puertas también son vistos como elementos perfectos en los que colgar bolsos y chaquetas justo al llegar a casa. Sin embargo, llenar los pomos de las puertas de ropa hace que tu hogar se vea desordenado desde el primer momento en que entras. Además, el peso constante puede dañar las puertas y desgastar los pomos, por lo que tendrás que cambiarlos con cierta frecuencia.