Cocinas pequeñas que no han renunciado a la isla: el mueble que enamora a las interioristas

La casa del siglo XXI ha devuelto el protagonismo a la estancia más acogedora del hogar: la cocina. Quizás te suene exagerado, pero la cocina cada vez cobra más importancia en interiorismo y decoración. Esto se debe a la creciente tendencia que abre este lugar al resto de la casa. Los salones y comedores con cocina integrada son tremendamente populares. De hecho, abrir los espacios se ha convertido en la reforma de moda en los últimos años. En este sentido, las cocinas pequeñas son las grandes beneficiadas. Si antes representaban una dificultad, hoy son un regalo. Una cocina pequeña, conectada al resto de la casa, es mucho más fácil de decorar y puede convertirse en un espacio sumamente funcional. 

Las islas de cocina, que antes estaban "reservadas" a grandes y lujosas casas, actualmente son parte de estos espacios diáfanos. La apuesta por el compartir como hilo conductor de las estancias abiertas ha hecho de la isla un mueble central. Esta estructura divide visualmente la cocina del comedor, a la vez que sirve de encimera, barra, almacenaje y zona de trabajo. ¿Todavía estás pensando si vale la pena instalar una isla en tu cocina pequeña? Te dejamos cinco proyectos inspiradores donde este mueble destaca entre los demás (¡y con razón!). 

1. Espacio ultra optimizado

En esta cocina pequeña, el espacio ha sido optimizado para conseguir almacenaje de sobra. Los armarios altos, el banco con cajones integrados, la alacena abierta y los taburetes bajo la encimera son algunas de las técnicas que se han utilizado. En el centro, la isla concentra gran parte del almacenamiento y herramientas para el día a día: cajones, grifería, vitrocerámica, decoración, etc. Sin duda, un punto neurálgico que facilita el uso cotidiano de la estancia. 

2. Detalles amaderados

Para diseñar esta pequeña cocina, se delimitó una base minimalista de líneas limpias con detalles amaderados que resaltan sin competir. La isla aparenta ser un bloque blanco, pero cuenta con almacenamiento escondido. En la superficie, resaltan las vetas naturales de la madera que dialogan con los taburetes en fibras naturales. Las lámparas suspendidas desde el techo aportan luz directa a la zona de trabajo, perfecta para cocinar cómodamente.

3. Toques rústicos y románticos

En esta cocina de estilo rústico, la luz natural revela los detalles de la madera, el papel pintado con motivos botánicos y los toques de color en la vajilla. La isla compacta se adapta perfectamente al diseño reducido de la estancia. Separa visualmente el comedor del resto de la cocina, añadiendo un aire campestre muy encantador. Fíjate en las distintas texturas de la madera: menos tratada en el comedor, con tablas en la isla y más pulida en los armarios. Una propuesta muy interesante y rica visualmente. 

4. En blanco y negro

Los contrastes marcan la pauta en esta cocina de estilo moderno. Las encimeras de color negro son un símbolo de elegancia, a la vez que crean un ambiente contemporáneo sutil y para nada recargado. Para rebajar la intensidad del color oscuro, se sumaron taburetes de madera, muebles en blanco roto y organizadores fabricados en fibras naturales. En el centro, la pequeña isla reúne todas las virtudes de esta mezcla de texturas. Además, los textiles y la lámpara también dialogan con esta elegante variedad de tonos y diseños. 

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5. Inspiración nórdica

En esta cocina de inspiración nórdica, la iluminación juega un papel clave. La barra está ubicada estratégicamente para aprovechar la entrada del sol a través del ventanal. Además, sobre la superficie cae la luz directa de dos lámparas de diseño escandinavo. Todo en tonos claros y neutros, combinando perfectamente con la base de madera y los taburetes de materiales naturales.