Iluminar una casa es realmente un arte. Y si hablamos de la iluminación por estancia, todavía más. No debemos perder de vista que cada una de las habitaciones del hogar cumple una función específica: no usamos el salón igual que el baño, ni el dormitorio como la cocina. Pero todavía hay más ciencia detrás: la luz no se trata solo de lámparas bonitas. Cuando hablamos de iluminación, también nos referimos a regular la luz natural, vestir las ventanas, elegir bombillas cálidas o frías, etc.
¿A qué se debe tanta complejidad? La iluminación de una casa es mucho más que un recurso práctico. Iluminar bien cada estancia nos permite crear atmósferas, resaltar los detalles de la decoración, mejorar el descanso, promover la concentración, entre otros beneficios.
Sofá Biarritz, de Home Spirit. Butacas, de La Redoute. Alfombra, de Zara Home. Proyecto de Natalia Zubizarreta.
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Ten en cuenta que la luz artificial de las bombillas se mide en K (kelvin). Normalmente, las luces más bajas y cálidas son de 2200 K. Las más frías y azuladas pueden llegar hasta 15000 K. Por otra parte, los lúmenes (lm) son otra medida interesante. Estos indican la cantidad de luz visible que emite una fuente luminosa, es decir, su potencia lumínica. Cuantos más lúmenes tiene una bombilla, mayor será la luz que emite.
Cada estancia requiere temperaturas y tipos de luz diferentes. Por eso, hoy preparamos esta guía que te ayudará a iluminar cada espacio de tu casa con inteligencia, y sin perder ni un poquito de estilo.
1. Cómo iluminar un salón: un espacio hecho para compartir
El salón es una de las estancias más importantes de la casa. Normalmente, se suele desplegar gran parte del arsenal decorativo en él. En esta habitación descansamos, muchas veces leemos y también compartimos con nuestros seres queridos. Por ende, es un espacio que requiere de varias fuentes de luz, idealmente con ventanas exteriores que reciban iluminación natural.
Se recomienda contar con luz general y suave desde el techo del salón. En este sentido, lo aconsejable es usar bombillascálidas de entre 2700 K y 3000 K. Una lámpara de techo con pantalla de madera o fibra natural aporta calidez y suavidad al espacio. Si tienes focos empotrados, distribúyelos a una distancia de 1 a 1,5 metros para evitar sombras incómodas.
Salón acogedor con lámpara de mesa y vela.
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Asimismo, es ideal contar con otras fuentes de luz en la sala de estar. Esto creará capas y dará un ambiente más íntimo y agradable al espacio. Añade alguna lámpara de pie o de sobremesa que aporte luz focal. Normalmente, estas lámparas tienen una intensidad de entre 400 y 500 lúmenes, y son perfectas para leer o relajarte. Una moldura con tiras LED incorporadas creará una luz bastante agradable. Si en un rincón del salón has colocado una zona de lectura, puedes instalar una lámpara al lado de la butaca para evitar el cansancio visual cuando leas y ya no tengas luz natural.
Tener interruptores regulables que te permitirán ajustar la intensidad según tus necesidades. No todas las lámparas cuentan con esta herramienta, pero tenla en cuenta: no deja de ser útil.
¿Y qué hay de la luz natural? Afortunadamente, la mayoría de salones cuentan con ventanas exteriores. La gracia está en saber aprovecharla y no obstaculizar su paso. Para esto, te recomendamos colocar cortinas delgadas como visillos o persianas regulables. Los estores también funcionan muy bien. Para las estaciones más frías, se recomienda colocar una cortina más pesada encima de los visillos, de manera que durante la noche protejamos la casa de las bajas temperaturas, pero podamos despejar la ventana en el día.
2. Claves para iluminar el comedor
Comedor con elegante lámpara redonda.
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El principal objetivo de la iluminación del comedor es llevar luz a la mesa sin incomodar a los comensales. Y aunque las fuentes de luz son todas relevantes, la más importante es la lámpara del techo. Puedes colocar una o varias lámparas dependiendo de la forma y el tamaño de la mesa. En una mesa redonda tendrás suficiente con una sola fuente de luz en suspensión. En cambio, en mesas rectangulares, se recomienda instalar varios focos alineados o una lámpara alargada. Al igual que en el salón, en el comedor lo mejor es colocar luz cálida, incluso neutra. Las bombillas que oscilen entre unos 2700 K y 4000 K son perfectas.
Comedor con espejos y lámparas de fibras naturales.
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Un consejo extra: para aprovechar la luz natural, coloca un espejo de grandes dimensiones en la pared frente a la ventana o que esté en una posición perpendicular. Además de reflejar la luz natural, el espejo ayudará a dispersar la luz de la lámpara de techo.
3. En la cocina apuesta por la calidez
Cocina con encantadora lámpara de fibras naturales.
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Uno de los principales retos a la hora de iluminar la cocina es huir de la frialdad. Esta estancia requiere de una iluminación práctica para que cocinar sea un momento agradable y no incómodo. Sin embargo, debido a que muchas cocinas carecen de luz natural, es fundamental crear un espacio cálido, pero no oscuro. Se debe instalar una luz general uniforme que puede ser dada por plafones o focos empotrados. En este caso, se recomienda usar bombillas neutras, cercanas a los 4000 K.
Para preparar los alimentos de forma cómoda, coloca tiras LED bajo los armarios superiores. Así, obtendrás luz directamente sobre la encimera. Si gozas de una isla o una barra de cocina, una lámpara colgante es ideal. Piensa que, al igual que las mesas de comedor alargadas, en estos casos se aconseja instalar varios focos alineados o una lámpara alargada en suspensión.
4. Dormitorio: la luz regula un buen descanso
Dormitorio con luz natural y cortinas blancas.
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En el dormitorio la luz cobra una importancia vital para el descanso. Dormir es fundamental para reponer energías. Nuestro cerebro, normalmente, se regula con los ciclos circadianos de la naturaleza. Por ende, la luz del día debería ser aprovechada al máximo y durante la noche, deberíamos obtener total oscuridad en la habitación. Sin embargo, no siempre nos despertaremos al amanecer ni nos acostaremos cuando anochezca. Por eso, contar con unas buenas cortinas o persianas es clave. Si vistes tus ventanas solo con visillos delgados, corres el riesgo de que los primeros rayos de sol te despierten igualmente. Por eso, se recomienda regular la entrada de luz a través de capas de cortinas con visillos, persianas o con estores un poco más gruesos.
Sklum
En cuanto a la luz artificial, en un dormitorio la iluminación general no debe superar los 2000 lúmenes. Las lámparas de techo con pantallas opacas son perfectas, así como aquellas fabricadas en fibras naturales como bambú o lino. Por otra parte, debemos contar con luces puntuales, idealmente a cada lado de la cama. Esta iluminación puede provenir de apliques laterales o lámparas de mesita. Aquellas con bombillas de 500-700 lúmenes y temperatura cálida de 2700 K- 3000 K son las más indicadas.
5. Cómo dar luz al baño
Leroy Merlin
En un baño sin luz natural, la luz artificial debe ser lo suficientemente potente para realizar tareas que impliquen detalles como maquillarse o afeitarse. Sin embargo, esta no debe ser extremadamente fría. Lo ideal es contar con focos de 4000 K aproximadamente. Para evitar sombras, coloca apliques a ambos lados del espejo o elige espejos que traigan iluminación incorporada.
Si aun así sientes que el ambiente es muy azulado y frío, juega con la decoración: una planta, textiles suaves, cestas de fibras naturales y algún mueble de madera ayudarán. Ahora bien, si tu baño cuenta con luz natural, todo mejora. Aprovecha los rayos de sol sin tapar las ventanas. En la ducha, en vez de cortinas, opta por una mampara de vidrio para reflejar la luz por todo el cuarto.
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6. Oficina en casa: todo para una buena concentración
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Al igual que el dormitorio, la luz en el espacio de trabajo es clave para la concentración y para reducir el cansancio visual. Gozar de iluminación natural sería lo ideal, pero, si no es tu caso, puedes aplicar ciertas estrategias para distribuir correctamente la luz artificial sin sufrir de incómodos reflejos o sombras. Idealmente, la oficina debe contar con luz general a través de la lámpara principal del techo o de un plafón empotrado.
Además, un flexo de escritorio es ideal para conseguir luz focal sobre la zona de trabajo. Si tienes la suerte de contar con una ventana, coloca la mesa cerca de esta para recibir luz natural. Ojo: cuídate de no recibir reflejos justo en la pantalla del ordenador.
Con esta guía completísima podrás iluminar cada rincón de tu hogar. Recuerda ir ajustando las bombillas según tus necesidades y priorizar la entrada de luz natural.