Si hay un elemento que roba todas las miradas en el dormitorio es el cabecero. Y opciones a la hora de elegirlo hay muchas, pero, sin duda, entre nuestros favoritos están los tapizados. Se trata de una alternativa cálida y acogedora que te ayudará a subir el nivel de tu habitación. Hemos reunido 9 ideas súper inspiradoras para que las lleves a tu casa.
Por qué elegir un cabecero tapizado
Ya sea de madera, hierro o tapizado, un cabecero es un elemento fundamental en la decoración del dormitorio que protege las paredes de la suciedad y el roce de la ropa de cama. Pero los tapizados son conocidos por aportar un punto más cálido y acogedor a la estancia. Además, son la mejor opción para esas personas a las que les gusta leer o ver la televisión desde la cama.
Todo al verde
No tengas miedo de incluir el color a tu dormitorio mediante el cabecero tapizado. Cierto que es una manera más constante de mantener ese colorido en la habitación, pero si lo combinas con los textiles adecuados no te cansarás. Así, cuando el cabecero es de un color tan personal, lo ideal es combinarlo con textiles de colores neutros y añadir algún complemento en el mismo color que el cabecero. En este dormitorio, la ropa de cama se ha elegido en blanco y han añadido un plaid del mismo color que el cabecero. Ideal, ¿verdad?
Con textura
Aunque los cabeceros tapizados son de por sí elementos con mucha presencia y personalidad, puedes conseguir añadir ciertas texturas en el dormitorio eligiendo ciertos tejidos. Puedes elegir un tapizado estampado, jaspeado o de pata de gallo. Las opciones son múltiples para darle al cabecero más protagonismo sin restarle elegancia.
La mejor opción para dormitorios pequeños
Cuando el dormitorio es pequeño, cierto que un cabecero tapizado tiene muchísima fuerza. Pero eso no significa que haya que renunciar a él y la comodidad que lleva aparejada. ¿La solución? Elegir un modelo en blanco que se camufle con el color de la pared y resulte más ligero.
La opción desenfundable
Tal vez pienses que un cabecero tapizado de color es una apuesta demasiado arriesgada. Nuestra propuesta es que te decantes por un cabecero desenfundable que te permita renovar la imagen de tu cabecero de vez en cuando sin tener que hacer una gran inversión. Este tipo de cabeceros tienen también la ventaja de que podrás lavar las fundas siempre que estén sucias.
Con tachuelas
Aunque un cabecero tapizado es de por sí una elección elegante y con cierto matiz clásico, si quieres acentuar su punto más sofisticado apuesta por un cabecero tapizado y con tachuelas. Los hay de líneas rectas, como este, y una imagen más sobria, y otros de líneas curvas, que aportan cierto dramatismo y movimiento a la decoración.
Un clásico que no falla
Habituados a verlo en sofás, el capitoné es también un tapizado perfecto para el cabecero. Su efecto elegante y sofisticado lo convierten en la mejor opción para dormitorios clásicos, aunque también se ha colado con discreción en otros con matices más campestres o rústicos.
Con look moderno
Si buscas una opción más moderna sin renunciar a la elegancia que aportan al dormitorio, apuesta por un cabecero tapizado con ribete. Los más llamativos son los de colores claros con ribete en un color más oscuro como el negro o el azul marino.
Camuflado con la pared
Si quieres potenciar la pared en la que se apoya la cama, además de elegir un cabecero tapizado de un color con carácter, como este gris marengo, una gran idea es pintar la pared del mismo color para que la decoración quede engamada. Piensa que si eligieras un cabecero de otro color, destacarías la pared, pero el resultado no sería equilibrado.