La dulce Navidad está por llegar. Cada vez estamos más cerca de la temporada más bonita del año: encuentros familiares, comidas especiales, decoración cálida y regalos con alma. Aunque esta época debería ser sinónimo de alegría y disfrute, es probable que te estreses si no planificas la celebración con anticipación. Pero este año no será como los anteriores, ¡no! Te proponemos que te adelantes a las prisas y disfrutes de cada momento. ¡Empieza la cuenta regresiva!
¿Cómo planificar la Navidad?
1. Primer paso: boli y papel
Antes que cualquier compra o preparativo, vamos a tomarnos un respiro y a sentarnos con boli y papel para hacer una buena planificación. Posiblemente, este sea el paso que te tome más tiempo. Si vas a organizar esta Navidad en pareja o con otro miembro de tu familia, te recomendamos hacer la programación en conjunto. Así, evitarás problemas de comunicación a la hora de tomar decisiones.
Presupuesto para celebrar Navidad
Lo primero que hay que definir es el presupuesto disponible. Establece una cantidad que cubra la decoración, el menú y los regalos, sin exceder lo que te puedes permitir.
Planificar de forma consciente es clave: invierte en decoración duradera, evita regalos innecesarios y organiza el menú para que no haya demasiados sobrantes. Además, ten presente los imprevistos o gastos adicionales que puedan surgir, como la compra de último minuto de algún adorno, alguna prenda de ropa o un ingrediente especial.
Planifica la decoración navideña
En términos de decoración, haz una lista de lo que ya tienes y lo que necesitas comprar. Revisa los adornos del año pasado y fíjate cuáles están en buen estado y cuáles son esos que necesitan un retoque o simplemente ser donados o desechados. Este ejercicio evitará que te enfrentes a la clásica sorpresa de abrir las cajas de adornos y descubrir que las luces no funcionan o que la estrella del árbol ha desaparecido.
Por otra parte, pregúntate cómo quieres que se perciba la decoración en tu hogar para esta Navidad. Define un esquema cromático y un estilo con el que te sientas representada/o. Las tendencias para la Navidad 2024-2025 apuestan por elementos naturales, colores profundos y elegantes, incluso tonalidades oscuras. Es el momento de sacar a relucir esas piñas, ramas de abeto, bayas de eucalipto y los toques de madera que tanto gustan.
Si tu casa tiene poco espacio, puedes reemplazar el tradicional árbol frondoso y alto por uno de pared o uno pequeño. Lo principal es que la decoración que escojas sea cálida y promueva un ambiente acogedor.
Decide el número de invitados
Siguiendo con esta primera etapa de planificación, decide cuántas personas asistirán a las celebraciones que hagas en casa. Ya sea la cena o la comida, es importante saber un número aproximado de comensales. Esto te ayudará a decorar el comedor, pero también el recibidor y el salón. Además, permitirá que organices el menú de forma expedita. Y hablando de preferencias gastronómicas, asegúrate de contactar con tus potenciales invitados para saber si alguien padece alguna intolerancia o alergia alimentaria.
Lista de regalos de Navidad
Finalmente, planifica cuántos regalos vas a dar y a quiénes. Considera si este año optarás por una alternativa más sencilla como el amigo invisible, lo que puede reducir tanto los gastos como el estrés (no solo para ti, sino que para todos los invitados). Y como punto extra, decide si comprarás ropa nueva para las fiestas o si puedes reutilizar prendas de otras ocasiones. Recuerda que tener claridad al respecto te protegerá de compras impulsivas.
2. Segundo paso: menú navideño
La idea de organizar un menú navideño con anticipación es prevenir situaciones de alto estrés. Las comidas en familia deben ser un espacio de disfrute y acompañamiento, no un detonante de ansiedad. Por eso, es tan importante decidir con tiempo y evaluar nuestras posibilidades económicas, así como el tiempo que tenemos disponible para cocinar.
Planificación y compra anticipada
Empieza por decidir cuáles serán los platos principales. Ten en cuenta el número de comensales, así como sus restricciones alimentarias, alergias, intolerancias, o si alguien es vegano o vegetariano.
Para evitar que te pille el toro, haz la compra de los productos no perecederos con antelación. Ingredientes como frutos secos, embutidos, vinos y conservas se pueden almacenar sin problemas durante semanas. Ahora bien, hay ciertos ingredientes frescos, como frutas y verduras, que deben comprarse al final. Deja un hueco en tu agenda los días previos a las celebraciones para hacer estas compras.
Y hablando de tiempos, considera que preparar el menú lleva varias horas de trabajo. Si te organizas bien, puedes adelantar algunas tareas como la cocción de caldos, salsas o masas para postres. Así reducirás el estrés del mismo día.
Si tienes la agenda a tope o surgen imprevistos en tu trabajo, no te preocupes. Puedes encargar la comida o pedir que preparen platos caseros en algún restaurante o catering de confianza. No, no es un delito: comprar la cena de Navidad es una opción tan válida como cocinarla en casa. Guarda algún contacto especializado para tener un plan B en caso de emergencia.
Involucrar a tus invitados o a los más pequeños de la casa es una forma divertida de organizar la comida de Navidad. Puedes hacer galletas navideñas con los niños o enseñarles a preparar un rico pastel. También puedes pedir a los invitados que colaboren trayendo algún entrante, aperitivo o guarnición a la cena.
Ideas para el postre de Navidad
El postre es el broche de oro de cualquier comida navideña. Lo mejor de todo es que hay tanta variedad de opciones, ¡y todas muy ricas! Si tienes muchos invitados, prepara una mesa de dulces con turrones, polvorones, frutos rojos, quesos y galletas. También puedes hornear un tronco de Navidad o una tarta de invierno. Pero si los platos principales han sido pesados y prefieres un postre ligero, un sorbete de limón o un helado clásico de vainilla son más que suficientes.
Y si de dulces se trata, tenemos que hacer un salto en el tiempo al 2025. Hablamos del Roscón de Reyes, postre clásico que se prepara y se come en enero. Tradicionalmente, el Roscón lleva una sorpresa y un haba escondidos en su interior. Disfrútalo en familia, ya sea en desayunos, meriendas o como postre.
3. Tercer paso: organiza la mesa de Navidad
Aunque este es uno de los últimos pasos para la celebración, conviene definirlo con anticipación para comprar o renovar la decoración con la que vas a vestir la mesa. Bien decorada, es un bonito reflejo del ambiente que deseas crear. La organización de la mesa debe tener en cuenta el número de comensales y la disposición del espacio para conseguir que todos se sientan cómodos.
El tamaño y forma de la mesa
Elegir una mesa específica para celebrar la Navidad es totalmente opcional. Sin embargo, si te estás mudando o quieres comprar un mueble nuevo, puede que te interese saber qué tamaño y forma es mejor a la hora de celebrar una comida. Para un grupo pequeño, una mesa redonda es ideal, ya que fomenta la conversación y la cercanía. Ahora bien, si cuentas con más de seis invitados, una mesa rectangular o extensible serán mejores opciones.
Mesa de niños en Navidad: ¿sí o no?
Si tienes muchos niños entre tus invitados, revisa la posibilidad de montar una mesa separada para ellos. Esto les permitirá estar más relajados y disfrutar de un espacio adaptado a su estatura y necesidades. Decora la mesa infantil con motivos festivos y con ayuda de tus propios niños. Incluye actividades que los mantengan entretenidos, como un pequeño set para colorear o adornos que puedan personalizar.
En cuanto a la decoración de la mesa, apuesta portexturas naturales y suaves. Los textiles de algodón o lino son perfectos para esta temporada. Manteles, servilletas y caminos de mesa en tonos neutros, verde, ciruela, burdeos o terracota, son tendencia. Combina con centros de mesa elaborados con elementos naturales, como piñas, ramas, hojas secas o velas aromáticas.
Si no tienes demasiado espacio, no satures la mesa de adornos y colores. Un centro de mesa sencillo es más que suficiente. La vajilla que escojas también debe ser coherente con el resto de la mesa. Elige una cristalería en tonos como el púrpura o el azul, platos elegantes y algún detalle dorado o plateado.
Dale un extra de calidez a tu mesa con un bonito conjunto de sillas. Aquellas de madera o ratán trenzado son ideales. Añade cojines o mantas para hacerlas más acogedoras. Por su parte, las sillas tapizadas son una opción más elegante. Si no tienes suficientes sillas en casa, puedes alquilarlas o pedir a alguno de tus invitados que traiga un par de sillas plegables en el coche.
Mesa de aperitivos: un acierto total
Si vas a celebrar la Navidad en grande y con varios invitados, puedes poner una mesa de aperitivos para picar algo antes de la comida principal. Pero si no cuentas con suficiente espacio, usa la mesa de centro del salón con este objetivo. Coloca embutidos, quesos, frutos secos, patés y algunas galletitas saladas. Esto te permitirá terminar de preparar y cocinar de manera relajada. La gente estará entretenida disfrutando de los aperitivos mientras tú revisas los últimos detalles del menú.
4. Cuarto paso: prepara los regalos sin prisas
Aunque los regalos son representativos de la Navidad y de Reyes, no son fundamentales. No dejes que las compras navideñas se transformen en una fuente de estrés o de gasto excesivo. Mejor evita el caos de última hora con una lista de regalos sencillos para las personas más cercanas e importantes. No olvides que el gesto de dar un presente es lo que vale.
Si no quieres gastar mucho, haz bolsitas personalizadas con detalles como galletas hechas por ti, algún adorno pequeño, una suculenta o una carta emotiva. Como te comentábamos antes, puedes probar con opciones más amigables como el amigo invisible, ideal para familias grandes o celebraciones con muchos invitados.
5. Quinto paso: ¡disfruta!
No por ser el último paso es menos importante. Recuerda que la magia de la Navidad radica en compartir con la gente que quieres, ya sean familiares, amigos o compañeros de piso. Todas las personas podemos gozar de una rica comida y un ambiente acogedor. Ninguno de los pasos anteriores vale la pena si no vas a disfrutar del proceso. A veces, es mejor realizar una celebración menos abundante o más sencilla, pero crear un espacio alegre y relajado.