Si tuviera que cambiar mi cabecero, elegiría uno de estos 5 que no pasan de moda y son perfectos para dormitorios REALES muy acogedores

En los últimos años, el cabecero ha pasado de ser un elemento secundario a tomar protagonismo en las paredes del dormitorio. Y es que, por suerte, los diseños de cabeceros y camas han ido evolucionando cada vez más en pro del estilo, la comodidad y la durabilidad. Aún así, hay tendencias de cabeceros que nunca se acaban y que han pasado a formar parte de los favoritos de diseñadores e interioristas. Descubre cinco modas que se reinventan constantemente para hacer del dormitorio un espacio agradable y elegante. Estos modelos de cabeceros son tan prácticos como versátiles y han demostrado ser una apuesta segura en casi cualquier estilo decorativo.

1. Cabeceros de capitoné: clásicos y cómodos

El capitoné es uno de esos clásicos que no pasa de moda, tanto en cabeceros como en sofás y sillones. Este tapizado especial se caracteriza por su apariencia acolchada con botones que forman rombos o cuadrados. El tejido crea una textura muy interesante a nivel visual y es bastante cómodo para apoyar la cabeza sobre él. Por otra parte, es un diseño que actualmente se actualiza en cabeceros altos, con líneas rectas o bordes curvos, tapizados en piel y terciopelo, etc. Como ves, las variedades de capitoné son infinitas hoy en día. 

2. El encanto de las fibras naturales

Los cabeceros de fibras naturales han sido tendencia durante el último año y prometen seguir arrasando en las casas más estilosas. Materiales como el ratán, el yute, la rafia, incluso la madera, son ideales para crear ambientes relajados y conectados a la naturaleza. Aunque es habitual verlos en casas de estilos bohemios o mediterráneos, también pueden quedar muy bien en estancias modernas y contemporáneas. La clave está en elegir con equilibrio y aprovechar la gran variedad de modelos disponibles. Por ejemplo, puedes optar por un cabecero de rafia con líneas rectas, uno de ratán muy rústico o uno de mimbre con diseños intrincados. 

3. Orejeros: una apuesta elegante

Estos modelos son innovadores y originales, aunque para nada invasivos a la vista. Los cabeceros con "orejas" destacan por sus soportes laterales que ofrecen mayor comodidad a la hora de leer o ver televisión. Asimismo, enmarcan visualmente la cama y entregan una dosis de elegancia muy sutil. Esta tendencia nunca ha pasado de moda y, aunque no es tan popular, sigue siendo una apuesta segura en casas de diseños clásicos, románticos y hasta modernos. 

4. Cabeceros desenfundables 

Si de limpieza y practicidad se trata, estos cabeceros son los ganadores. Los cabeceros desenfundables han ganado terreno en la decoración de dormitorios porque son sumamente higiénicos y cómodos de usar. Son modelos muy fáciles de mantener, ya que permiten retirar y lavar las fundas con frecuencia. Por esta razón, son ideales para familias con niños, personas alérgicas o para quienes gustan de cambiar la decoración habitualmente. Con un cabecero desenfundable puedes modificar el color, el tejido o la textura según la funda que vayas escogiendo, ya sea por estación o simplemente por un cambio en el diseño de la habitación. Sin duda, esta tendencia es muy práctica y te ahorrará más de un momento de indecisión. 

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5. Tapizados: suaves y versátiles

Finalmente, no podíamos dejar de mencionar a los cabeceros tapizados. Estos clásicos nunca fallan. Su mayor ventaja es la suavidad y lo versátiles que son, ya que hay gran disponibilidad de colores, formas, tejidos y materiales. La mayoría de ellos son tapizados en telas suaves como el algodón, el lino y el terciopelo, materiales muy agradables al tacto e ideales para proteger nuestro descanso nocturno. Actualmente, existen cabeceros de formas muy diversas, como el de la fotografía: un diseño romántico tapizado en un bonito tejido con motivo de rayas.